Roca que emerge del suelo y es “más vieja que el pueblo”.
Dos parcelas unifamiliares para un edificio formado por tres unidades articuladas: dos viviendas y una farmacia/laboratorio, cada una con su propio jardín independiente.
En contra de lo obvio todas las partes transparentes serán fachadas fijas, y todas las partes practicables serán no transparentes.

Edificio de hormigón masivo, sin detalles, sin marcos de carpintería, rugoso y arcaico. A cada función o propósito se le asigna “su” material: las paredes de los lavabos son de cristal, los muebles, paredes divisorias y cialorrasos de pino de Oregón, Los suelos de resina...

El edificio tiene dos fachadas principales: Un volumen ciego, escalonado como una mastaba en cuyo nivel inferior se encuentra la farmacia como único elemento transparente. A espaldas del conglomerado que subraya la centralidad de la plaza del ayuntamiento encontramos una fachada abierta, habitada, privada y partida en dos patios.
El mobiliario “deriva” del edificio, del que se descuelga y al que se adhiere; del que imita actitudes y es una parte fractal.